La era de los multimedia apenas empieza, lo digital invade todos los dominios de las actividades y el campo educativo no podía escapar. “¿En qué pueden estas nuevas tecnologías de la información y la comunicación renovar el aprendizaje y las prácticas del salón de clase?” (1) este es un interrogante que nos cuestiona a todos los docentes, quienes debemos direccionar de forma positiva las nuevas tecnologías para que ofrezcan nuevas estrategias que enriquezcan los procesos de enseñanza aprendizaje de nuestros educandos, impidiendo que se tornen en un obstáculo o en un estorbo para la educación, como muchas personas en la actualidad lo consideran.
Es común que las cosas nuevas en especial todas aquellas relacionadas con la tecnología, generen esperanza, entusiasmo y confianza, pero al igual promuevan rechazo, repudio o condena, muy valido desde cualquier punto razonable desde el que sea analizado. “Pero ¿Qué profesor puede no tener en cuenta la atracción que sobre los niños ejercen las pantallas, las imágenes, los sonidos y los textos a los cuales se tiene acceso de inmediato? ¿Cómo ignorar que internet abre para cada estudiante la posibilidad de tener acceso a todas las informaciones y datos del conocimiento disponibles en el planeta?”(2), es imposible no comprender el gran valor educativo que posee este recurso, el cual está siendo ignorado o descalificado, sin antes ser analizado a profundidad, obviando los inmensos beneficios que la multimedia nos brinda entre los cuales tenemos la riqueza de los elementos audiovisuales, combinados con el poder del computador, los cuales añaden interés, realismo y utilidad al proceso de comunicación, y al proceso educativo.
1. PIERRE CARRIER, Jean. Escuela y multimedia. Siglo XXI editores, Mexico, 2001.
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